Escrito po Paulette San Martín Alarcón
Actualmente el tema de cuidar la
salud y lograr el bienestar físico, ha llevado a muchos a mantener la línea a
través de dietas restrictivas, ejercicios intensos e incluso medicamentos que
pueden resultar altamente dañinos a largo plazo. El qué comer o que no comer es
una situación que se ha tornado confusa, y el sentido de la palabra “light” se
ha vuelto cada vez más utilizado en la mesa, y en nuestra comida.
Algo que se ha visto muy
involucrado dentro de estos productos son los denominados “endulzantes
artificiales” un producto que nació con el objetivo de simular las sensaciones
que produce el azúcar sin provocar los las enfermedades que esta producía por
su consumo excesivo. Dentro de los más utilizados encontramos el ciclamato de
sodio, sacarina de sodio, el acesulfamo de potasio, y más comúnmente conocidos
el aspartamo, la sacarina, sucralosa y últimamente la estevia. Pero estas
sustancias dulces ¿generan o no daño para la salud?
Variados estudios han tratado de
probar la asociación de estos con distintos tipos de cáncer a nivel
gastrointestinal, no siendo así concluyente la relación entre edulcorante y
enfermedad.
Un estudio chileno publicado en
el 2013 especifica los tipos de endulzantes artificiales que se encuentran en
el mercado y como estos actúan en el organismo, donde encontramos:
Ciclamato de sodio: endulza entre
30 y 50 veces más que el azúcar, por lo que al ser menos intenso, se mezcla con
sacarina para obtener un producto más dulce. Su IDA (ingesta Diaria
Alimentaria, o la cantidad de este alimento que podemos consumir al día) es de 7 mg/kg de peso al día
Sacarina:Endulza 300 veces más
que el azúcar común. Muy utilizada en la industria alimentaria. Dentro de sus
características se encuentra que su poder edulcorante no se reduce al calentar
por lo tanto no afecta a los niveles de insulina en la sangre. Siendo un buen
sustituto para el caso de los diabéticos, siempre y cuando se mantenga una IDA
de 5mg/kg de peso, tanto en adultos como niños.
Aspartamo: endulza entre 180-200
veces más. Utilizado en las gomas de mascar, jugos en polvo, yogurt, leches y
bebidas gaseosas. Se han encontrado efectos secundarios en las personas tales
como mareos, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales y cambios en el
estado de ánimo, por lo que no se recomienda durante el embarazo y lactancia.
Su IDA es de 40 mg/kg de peso corporal
Sucralosa: Endulza 600 veces más
que el azúcar común. Es utilizado en alimentos y bebidas en general, y es el
edulcorante de mesa más usado, (sí, el de la tapa amarilla). Es muy estable y
es capaz de retener su dulzor cuando se somete a altas temperaturas. Se ha
establecido un perfil de seguridad excelente, por lo que se recomienda para
todos los grupos de la población con una IDA de 15 mg/kg de peso.
Acesulfamo K: Endulza entre 160 y
220 veces. Se utiliza en productos horneados sin azúcar, goma de mascar y
postres de gelatina. Por lo general se combina con aspartamo o sucralosa. SU
IDA es de 15 mg/ kg de peso
Estevia: tiene un dulzor de 300
veces más. Se utiliza en productos horneados, bebidas no alcohólicas y es el de
tapa verde en nuestra mesa. Es un excelente estimulador a la sensibilidad de la
insulina y tolerancia a la glucosa en los seres humanos, por lo que es el mejor
destinado para las personas diabéticas. Tiene una IDA de 4 mg/kg de peso
Una persona de 50 kgs no podría
consumir más de 200 mg de estevia, algo así como unas 172 gotas al día,
considerando que una gota pesa 1,16 mg.
Si bien no son cancerígenos, el
tema se discute cuando hablamos de si realmente sirven o no para bajar de peso,
ya que estimulan a comer en exceso al no generar esa sensación de saciedad que
causa el azúcar común.
Estos edulcorantes se hacen cada
vez más masivos en la sociedad y en nuestros alimentos, son buenos como
reemplazo del azúcar, pero siempre es bueno considerar que todo exceso hace
mal, hay un límite de consumo, y que lo mejor es siempre preferir los alimentos
naturales.