Embalses Lonquén y El Kaiser son las cartas para 15 proyectos anunciados


Hasta el momento sólo hay dos obras de riego en carrera en la provincia de Ñuble, tras promesa presidencial del 21 de mayo

El Consejo de Ministros de la Comisión Nacional de Riego, CNR, ya cuenta con un nómina de 31 proyectos para cumplir con el mandato de la Presidenta Michelle Bachelet anunciado en el discurso del 21 de mayo, donde prometió la construcción de 15 obras pequeñas de riego a lo largo del país en el corto plazo. Con estas se estima que en total alrededor de 8.000 predios y más de 17 mil hectáreas se verán beneficiadas y quedarán en mejores condiciones para enfrentar la sequía.
A nivel local solo hay dos proyectos actualmente en carrera: “El Kaiser”, en la cuenca del río Niblinto, y “Lonquén”, en la zona del secano interior de Ninhue.
Lo curioso es que esta última obra, que ya cuenta con la totalidad de los estudios previos, había sido desechada por el gobierno pasado, ya que se consideró que económicamente no era viable. Sin embargo, para tranquilidad de los futuros regantes del secano, hubo cambios en los criterios que se aplican para la ejecución de las obras en la CNR, en que ahora se pondera más el impacto social de las obras, según confirmó en su visita a Chillán el secretario ejecutivo de la CNR, Patricio Grez.
Sobre las posibilidades del embalse Lonquén, el coordinador de la zona centro-sur de la CNR, Paulo de la Fuente, comentó que era prematuro pronunciarse, ya que son temas que debe analizar el Consejo de Ministros, aunque reconoció que autoridades de la zona están impulsando esta iniciativa y El Kaiser, que ya tienen completos sus estudios de prefactibilidad.
Embalse Lonquén
Se trata de una obra que se planifica para el río del mismo nombre, en el sector denominado Llohue, en las cercanías de Ninhue. Beneficia a 361 agricultores de la zona más dura del secano de Ñuble, dotándola con 2.184 hectáreas de nuevo riego, que se ubican en las comunas de Ninhue, San Carlos y San Nicolás.
Uno de los puntos que jugaba en contra de la iniciativa es que inundaría un área de 1.900 hectáreas, que es casi la superficie que va a regar, pero desde el punto de vista de desarrollo humano es una gran obra, ya que en la zona no existen muchas alternativas a la agricultura, que en condiciones de secano, es poco productiva.
En lo que respecta a clima, se trata de una zona con altas posibilidades, de contar con riego, para la fruticultura. En las zonas de Ninhue y San Nicolás, por ejemplo, se pueden observar proyectos de nogales y naranjos en ejecución, en los pocos lugares en que se cuenta con algo de riego.
En valor del año 2011, de cuando datan los últimos estudios, puesto que la obra había sido desechada, se calculaba que el valor del proyecto sería de 61.500 millones de pesos. En los estudios se determinó que era de baja rentabilidad relativa, en comparación con otros embalses de riego; sin embargo tenía buena puntuación en lo social. En la zona directa de influencia habitan 5.046 personas y la obra encuadra bien en los proyectos de embalses que plantea la Presidenta Michelle Bachelet, porque es de rápida ejecución, solo toma 18 meses, y en el cronograma del proyecto se consideraba su puesta en marcha total para el primer tremestre del año 2016. Ya se encuentran demarcadas las zonas de inundación y de expropiaciones, que se acercan a los $6 mil millones (2011) en inversión.
Uno de los temas pendientes es que no existe una organización de futuros regantes y no hay cultura ni derechos de riego en la zona. En la actualidad en el sector del embalse solo existen 32,96 hectáreas de riego, que tienen una seguridad de solo el 50%.
En total el acumulador está proyectado para contener 32,2 millones de metros cúbicos de agua, lo que crea un gran espejo de agua de 1.900 hectáreas, que serían un impulso al desarrollo turístico inédito para esta zona, que se complementaría con otros existentes.
Beneficiará a los sectores El Rincón (138 nuevas hectáreas de riego); Paguilemu-Coipin (314), Hualte (202), Ninhue (795), Lonquén Sur-Lajuelas (242), Puyamávida (294), San Agustín-Pangue (173) y Puyamávida-Las Juntas (24), pero se trata de zonas donde la única actividad económica de los pequeños agricultores es la viña de secano y la producción de subsistencia.
La obra de riego tendrá un impacto gigantesco en tema de generación de empleo y en desarrollo económico para una de las zonas más postergadas de la Provincia de Ñuble.

Fuente: ladiscución.cl

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