Socios extraen azúcar de la fruta para crear novedoso snack saludable

alt Hernán Joost trabaja con stevia para que la fruta no pierda cualidades a la hora de deshidratarla y venderla en el mercado. Comenzó con manzanas y frutilla, aunque explora nuevas opciones como el plátano y la uva.
Hernán Joost Wolff buscó la forma de innovar a través de un producto saludable, que le permitiera deshidratar la fruta y poder comercializarla. Tras postular su idea al Innova Bío Bío, se adjudicó 5 millones de pesos, que le dieron el espaldarazo para desarrollar la iniciativa en la comuna de Quillón.
Junto a su socio formaron la empresa Exoprocesos, la que postuló el proyecto de los snack hipocalóricos en la novena convocatoria de Innova el año pasado. Actualmente cuentan con el prototipo desarrollado y ya están analizando la factibilidad de una segunda etapa, para poder producir en mayor cantidad los snack y comercializarlos en supermercados y el retail en general.
“Consiste en extraerle el azúcar a las frutas a través de un proceso físico, para luego incorporarle un componente bajo en calorías que cumpla la misma función de endulzar a la fruta, obteniendo un snack hipocalórico para quienes buscan llevar una vida sana, aquellos que tengan problemas de salud y que conocen la importancia de consumir productos saludables”, comentó Joost.
El dinero adjudicado le ayudó a partir con la idea, obtener todos los permisos, autorizaciones sanitarias, ambientales y así realizar las pruebas necesarias para contar con un producto probado y rentable para llegar con un precio accesible al mercado.
Para este fin cuenta con dos máquinas. La primera comprada en Canadá y que extrae el azúcar de la fruta. Trabaja a cierta temperatura y a través de ultrasonidos o vibraciones mezcla la fruta con agua deshidratada y logra cumplir su objetivo.
La segunda máquina fabrica el agua destilada que es el hipotónico que ocupan para el proceso y que se mezcla con la stevia y la fruta a la que previamente se le extrajo la fructosa y glucosa. Hasta ahí todo se demora aproximadamente una hora, para que la fruta quede lista para pasar a la última etapa de deshidratación.
Joost produce la stevia en uno de los rincones de su parcela en Quillón, camino a Nueva Aldea, pero por un tema de capacidad ha optado por incorporar el producto refinado. No obstante está explorando la posibilidad de depender de su propia producción, ya que el que tiene en su invernadero ha cumplido satisfactoriamente con los requerimientos para el proceso.
“Esperamos diferenciarnos de lo que tenemos hoy en términos tecnológicos, que tiene que ver con el deshidratador solar que opera de acuerdo a las condiciones climáticas, pero si uno incorpora mejor tecnología podría cortar más rápido y apurar el proceso, esto es parte de las necesidades que tenemos hoy”, dijo.
La esperanza que tiene Hernán Joost es que su idea se materialice y crezca para comercializarla lo antes posible, ya que bajo las condiciones actuales de operación no lo puede hacer. La fecha para hacerlo está en función al momento en que puedan encontrar junto a su socio financiamiento, así que están buscando alternativas, postulando a algunos fondos o asociarse con alguna empresa establecida.

Explorando nuevas frutas
Actualmente trabaja con la manzana y la frutilla, por una variable de accesibilidad, aunque ha intentado con otras frutas sin poder obtener buenos resultados, como el plátano y la uva. En la medida que puedan seguir creciendo, pretende buscar lineamientos de logística para poder acceder a frutas a mejor precio y tener centros de acopio o almacenamiento para todo el año.
Todo comenzó en diciembre y ha avanzado más de lo que esperaba, ya que tiene todos los permisos al día. Actualmente están difundiendo el producto a nivel de ferias, a empresas gourmet, a algunas otras personas que se relacionan con el mundo de los snacks y en algunos colegios para darse a conocer, aunque aún no se comercializa.
Respecto a la competencia en el mercado, asegura que sólo existe fruta deshidratada, diferente a lo que propone Ecoprocesos, con su producto Sana Dulzura, promete bajar ostensiblemente las calorías de la fruta y disminuir la cantidad de glucosa que tiene, sin perder el sabor y la dulzura.
“Para el diseño (de los envases) contratamos un diseñador gráfico y a través de conversaciones le hicimos saber qué es lo que buscábamos y así surgió Sana Dulzura, que es el nombre del snack que está registrado como marca y con el detalle del envase, para que esté acorde a las características del producto”, finalizó Joost.

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