Buscan en Ñuble una variedad chilena de manzana

Factor clave es conseguir un agradable sabor en la fruta. Además debe resistir bien las enfermedades fungosas y la guarda.
En un Día de Campo Inia Quilamapu informó los resultados del programa de mejoramiento genético de manzanos, que realiza en un programa conjunto que involucra a INIA, la Universidad Católica de Chile como co-ejecutora, el Consorcio Tecnológico de la Fruta, que agrupa a las empresas exportadoras más importantes de Chile y a Innova Chile, que aporta el financiamiento.
Diferentes empresas exportadoras del país llegaron a la cita, en el campo experimental Santa Rosa, donde Jaime Kong, gerente del Consorcio Tecnológico de la Fruta, destacó la relevancia del programa, que busca orientarse a las demandas del mercado.
“Gracias a una permanente interacción de las empresas, representadas a través del comité técnico del consorcio, con el equipo de investigadores de INIA y de la Universidad Católica, se ha ido avanzando en torno a lograr una variedad nacional de manzana que guste. Las expectativas son bastante altas, se están siguiendo los requerimientos del mercado, enfocado en la obtención de un producto que va a ser exitoso, una variedad chilena, desarrollada para las condiciones productivas locales que va a ser capaz de aguantar el largo viaje hasta los mercados de destino”, precisó Kong.
El representante del Consorcio Tecnológico de la Fruta precisó que las condiciones que necesita una variedad nacional es que sea una manzana rica de comer. “Eso es lo que manda, el sabor y la sensación de consumo tiene que ser rica; tiene que ser una manzana que resista bien la guarda, de soportar el almacenamiento frío, y desórdenes como el partimiento, corazón acuoso o manchamiento, todos los defectos que se pueden producir en la poscosecha”, comentó.
El “plus” de la variedad, además, debe incorporar una mayor resistencia a enfermedades fungosas, como la venturia. “Si se logra, tendríamos un muy buen producto, con alto potencial de mercado”, aseguró Kong, lo que representa buenas noticias para el sector frutícola en general, donde la manzana representa cerca del 20% de la industria, con un ingreso país de entre 600 y 800 millones de dólares anuales, comentó.
Variedad local
Pablo Grau, mejorador y director del Programa de Mejoramiento Genético de Manzanos, destacó que hay una serie de ventajas en tener una variedad creada para las condiciones de Chile, como el mejoramiento de la calidad, además de un mejor comportamiento poscosecha. Para desarrollar este trabajo, se trabaja en 40 hectáreas, con 5 mil plantas, donde se realiza la selección de las características más apetecidas, y donde ya se han logrado algunas líneas de selección avanzadas. Para esto, se han visitado también los programas de mejoramiento de diferentes centros de investigación, donde se determinó que la investigación de poscosecha no tiene la importancia que se le asigna en estas latitudes.
En el proceso de selección, se evalúan cada año de 10 mil a 14 mil cruzamientos, donde se analizan atributos como crocancia, color, firmeza, buen sabor y acidez, entre los más relevantes.
Para el director nacional de INIA, Pedro Bustos, la jornada cumple con el plan estratégico de la entidad, que es traspasar conocimiento tanto generado por el INIA como adaptado por la institución a los agricultores. “Aquí hay un encadenamiento al sector productivo, una investigación aplicada, que llega al productor. Esto permite que las necesidades del productor sean transmitidas directamente a los investigadores y las universidades, y que este grupo logre el objetivo que buscamos, una nueva variedad de manzanas que va en directo beneficio del crecimiento del agro nacional”.

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